miércoles, 14 de mayo de 2008

San Cemento, o al menos cerca de.



Pues eso, habiendo quedado el Sr. Torija y yo a las 12:30 de la mañana, con intención de pertrecharnos convenientemente para el evento, me presenté a la hora citada en Moncloa, y después de recorrernos todo el lugar, conseguimos encontrar unos chinos que aún tenían existencias y sin colas gigantes (en los establecimientos, en los chinos no es ninguna novedad, ya que como dato curioso, sus órganos reproductores suelen ser unos 2/3 de los occidentales, así que colas gigantes... lo que se dice gigantes...). Una vez provistos de víveres, nos dirijimos a la facultad de aparejadores con la intención de hacernos fuertes en San Cemento... pero a la hora de comer... vimos el percal... y decidimos emigrar hacia campos más verdes... como por ejemplo, los de la vecina facultad de agrónomos en la que se estaba desarrollando otra alegre fiestecilla.






Allí comimos e hicimos tiempo hasta que empezaron a llegar los refuerzos, siendo estos al final menos de los esperados pero los necesarios para darle el empujón que necesitaba la tarde y que el alcohol por sí sólo no era capaz de dar. Así pues llegaron Roberto y Raquel y en las proximidades de agrónomos pasamos el resto de la tarde entre risas y minis hasta que la noche cayó sobre nosotros.





Y debido a la proximidad y la influencia tanto de Dani como mía, acabamos la noche en Argüelles, cenando rico kebab y bebiendo, jugando al futbolín y cantando en el Sargantana.


Total, de 12:30 a 5 de la mañana bebiendo, y con lo viejuno que estoy!!!

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